Responsabilidad Tardía

Llevamos Un año y medio tratando de lidiar con un fenómeno que nos cambió la vida.
Llevamos ese tiempo con restricciones inimaginables, lejos de nuestros seres queridos, despidiendo conocidos, familiares y amigos del alma. No recuerdo haber expresado tantas condolencias.
Llevamos ese tiempo viendo a nuestros niños alejados de lo mas simple y mas preciado: sus amigos, familia, y un ambiente escolar normal.
Llevamos ese tiempo reorganizando nuestras vidas, trabajando mil veces más, enfrentando problemas mentales serios, quiebras, lejanía, soledad, impotencia, miedo, incertidumbre.
Llevamos ese tiempo con angustia por tener que despedirnos de alguien muy enfermo, o anticipar su partida a través de video llamada. Llevamos ese tiempo, en las benditas manos de un personal de salud que no descansa, que sigue sacrificando tanto por desconocidos e inconscientes.
Algunos llevamos ese tiempo siendo conscientes y coherentes, sin poder llevar a nuestros hijos a un viaje familiar aunque todos necesitemos un break, porque sabemos que debemos hacer sacrificios, para lograr la sanidad del rebaño.
Llevamos este tiempo sin poder celebrar cerca de los nuestros, y en la manera que nos llena el corazón.
Parece eterno todo este tiempo sin el poder sanador de un buen abrazo.
Como si fuera poco, los adultos mayores, nuestros abuelos, se han cuidado de manera estricta y temerosa, aislada de sus seres mas queridos, como si las dolencias propias de su edad, fueran poca cosa.

El mundo entero esta donando miles de vacunas porque la pandemia es real, es una catástrofe de salud pública.
Las farmacéuticas nos han regalado tranquilidad en tiempo record; su efectividad esta más que comprobada y ha salvado millones de vidas.
Llevamos todo este eterno momento en unión y solidaridad mundial .
Llevamos todo este tiempo siendo testigos de pérdidas de empleo y zozobra por conservar los que quedan.
Llevamos todo este tiempo sin asistir con libertad y sin miedo a eventos de entretenimiento.

Parece toda una vida, y cuando las cosas empiezan a mejorar inclusive a pesar de los inconscientes, e irresponsables, debemos estar a merced de la “ Pandemia de los no vacunados”, potenciales generadores de nuevas variantes y por quienes la situación mundial ya empieza a mostrar nueva crisis.
La obligación de estar informados y actualizados es urgente, pues por su indiferencia y terquedad, el impulso positivo y real que se ha logrado hasta ahora, empieza a estancarse, con altas probabilidades de un retroceso. Es que acaso no han sufrido aunque sea una pérdida cercana que los haga reflexionar? Cuánta gente ha muerto con la esperanza de haber llegado a su turno de vacunación… mientras otros, en cambio, rechazan una dosis que salva vidas, que está a la vuelta de la esquina.

El mundo esta bajo un “estado de excepción por calamidad sanitaria”, donde los gobiernos, garantizando el principio elemental del bien general sobre el particular, han tomado decisiones de conformidad, que, deberían ser de obligatorio cumplimiento. Aquí los ciudadanos no cuestionan: obedecen.

Lo verdaderamente decepcionante es saber que los escépticos terminarán por dar el gran paso, si quieren volver a una vida con la nueva “normalidad”. Será un paso a costa de muchas más pérdidas que se hubieran podido evitar. Será una responsabilidad tardía, lejos de ser aplaudida. Por Claudia Velasco

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